En La Araucanía, violencia desatada
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Señora Directora:
Los últimos ataques en La Araucanía, que provocaron daños a instalaciones de la DGAC y el descarrilamiento de un convoy, sumado a la quema de tres escuelas en Arauco (Bio Bío) días atrás, dan cuenta de lo desatada que está la violencia en la denominada macro zona sur del país.
El reciente ajuste de gabinete, que incluyó el cambio del Ministro del Interior, debe ser asumida por la nueva autoridad a cargo de la seguridad pública, como una oportunidad ineludible para dar un giro y mostrar señales contundentes de que el actual gobierno no seguirá cediendo terreno frente a los violentistas, quienes al sentirse con total impunidad, continúan actuando cada vez con más osadía.
De nada sirven los reiterados discursos públicos condenando estos hechos, cada vez que ocurren, si en la práctica no hay resultados concretos que lleven a la desarticulación de estos grupos. La gravedad y prolongación del problema impone actuar con sentido de urgencia, darle la máxima prioridad y mostrar resultados eficaces.
Para ello, resulta fundamental desplegar todos los recursos -logísticos y tecnológicos- de los que dispone el Estado, y el trabajo coordinado de las policías y la fiscalía, para enfrentar de forma decidida el terrorismo hasta restablecer el estado de derecho en esos territorios.
Enrique García A.
Socio Corral y García Abogados
